El proceso de reforestación
julio 11, 2016|Publicado por: Consejos
En verano se ha convertido en una terrible costumbre ver incendios forestales y, a pesar de que es posible prevenirlos, todavía leemos en la prensa o contemplamos por televisión cómo arden los montes – con todas las consecuencias que ello conlleva-. Pero, como se suele decir, después de la tormenta siempre llega la calma y tras un incendio toca reforestar.
Como bien indica su nombre, la reforestación consiste en volver a plantar los árboles autóctonos que se perdieron durante un incendio. El objetivo es, por tanto, repoblar las zonas que en un pasado reciente estaban cubiertas de bosques.
Por reforestación no se debe entender aquello de plantar árboles al tuntún. Antes de realizar una conviene realizar un estudio medioambiental y definir bien qué especies de árboles son los más apropiados para la zona. Normalmente se repueblan con plantas autóctonas, pero es posible plantar especies importadas que se caracterizan por un crecimiento más rápido.
Eso sí. Hay que tener cuidado con estas últimas, ya que si se plantan las inadecuadas, éstas podrían convertirse en una especie invasora que detuviera el crecimiento de las autóctonas, lo que provocaría a su vez la desaparición de las especies de insectos y/o animales que se alimenten de las últimas.
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